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A Ortigoza nunca lo vamos a olvidar

Por: Pablo Vasco Artecona
24/06/2017


La partida de Ortigoza de San Lorenzo genera cosas, esas que cualquier otro jugador no podría transmitir. Un llamado a la dirigencia para tener cordura y preservar a nuestros ídolos o los pocos que quedan, algo que mucho no se acostumbró históricamente a hacer nuestro club.

Jorge Valdano alguna vez dijo: “El fútbol es lo más importante entre las cosas menos importantes”. Y realmente la considero una frase acertada. Porque cuando uno se emociona por algo tan circunstancial pero a la vez tan importante como la partida de un jugador de fútbol que transmite cosas extra futbolísticas, es que allí hay algo más importante, que la dirigencia actual y cualquier otra que venga, debería considerar antes de terminar un ciclo de forma abrupta. Hay jugadores buenos, y hay otros que son cracks simplemente, pero hay muy pocos (casi ninguno queda ya), que son jugadores sentipensantes, esos que transmiten algo por encima de sus condiciones.

Ver a mi hijo llorar (un nene de 8 años), cuando Ortigoza afirmaba en conferencia de prensa, que no seguía en el club, fue una señal de ello que señalo. ”El Gordo” es esa clase de jugadores que contagian cosas, y que pueden poner una pelota al pie o la cabeza de un compañero desde cincuenta metros sin vacilar, o a su vez puede agarrar una pelota que quema un descenso o una Copa Libertadores sin temblar y patear un penal. Orti no duda, y en esa seguridad de saber que el 20 sabe, todos los hinchas depositamos  nuestras esperanzas íntegras en uno de los últimos exponentes de una raza en extinción, la de los jugadores que llegan al alma de la gente de alguna manera. Pienso en Maradona y digo (más allá de las distancias), Diego por ejemplo, trasmitía adentro de una cancha algo que a quién escribe, Messi no le trasmite y no estoy negando con esto, las cualidades futbolísticas de Lionel.

“Johny” no solo es un elegante jugador de fútbol, sino que además tiene la sangre necesaria y el alma de líder que uno quiere en su equipo siempre, es de esos que pide el esférico cuando todo el resto se esconde y en canchas que otros desaparecen. No quiero hacer una apología que suene a demagogia: Si Ortigoza se va, habría que retirar la remera veinte para siempre de San Lorenzo. Si bien esto, no es un homenaje de los mejores, debería ser al menos un intento por decirle gracias a un tipo que nos dio mucho más que fútbol siempre.

Desconozco a la persona, uno habla desde el hincha y eso está claro. No caben dudas, que ningún refuerzo valdrá más que retener a Néstor Ortigoza, uno no se imagina el desierto de ver a San Lorenzo en Brasil o en alguna cancha caliente con el medio vacío o con jugadores que no puedan dar un pase redondo al jugador de al lado.

San Lorenzo está por sobre las personas (y eso lo entiendo), pero esto se trata de lógica pura, la de ser respetuoso con un tipo que te juega cuando hay que jugar en serio, que juega cuando hay rivales de verdad, a diferencia del otro 99 % de los jugadores que huyen a la responsabilidad de tener la pelota en una situación de esas características.

Perdón por mi catarsis, hacía mucho que no escribía, pero no me es indiferente el tema. Cuidar a nuestros ídolos y la forma en la que los tratamos (aún cuando haya ciclos cumplidos en algún momento), es también cuidar nuestro patrimonio.

 



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