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Por un 2018 mejor

Por: Mariano Suhas
25/12/2017


Se va el 2017, un año que no quedará especialmente en el recuerdo santo.

San Lorenzo cierra este año sin haber ganado ningún título y con la sensación de que con algo más de esfuerzo por parte de la dirigencia a la hora de armar un plantel más competitivo (reemplazos de Cauteruccio, Blanco y Más) y con algunos jugadores y cuerpo técnico liderado por Diego Aguirre, comprometidos al máximo con la institución, la historia hubiese sido otra.

Arrancó el 2017 con la expectativa de pelear el campeonato, sin tantos nombres propios de jerarquía pero mirando de muy cerca al líder Boca, que luego a mitad de año se coronaría campeón en el ámbito doméstico. Con el siempre sueño latente de jugar la Copa Libertadores, en un camino de menor a mayor y con mucho sufrimiento y de forma agónica se logró el pase a los Octavos de Final en un grupo difícil conformado por dos de Brasil (Flamengo y Paranaense) y un grande de Chile como la Universidad Católica.  

A partir de ahí es una historia. El Xeneize coronado en el torneo local y San Lorenzo terminando de forma absurda en el séptimo lugar en la tabla de posiciones. Sí, así fue, de arrancar segundo a séptimo en sólo unos meses, agradecimiento aparte al uruguayo y compañía, perdiendo de local ante Temperley y Aldosivi de Mar del Plata.  

Quedando en posición de Copa Sudamericana, el Ciclón estaba obligado a ganar la Libertadores 2017 para jugar la del siguiente año o bien ganar la Copa Argentina 2017.

Para esto el equipo necesitaba refuerzos, estando en Octavos de Final habiendo ganado el primer partido en Ecuador, ante Emelec por 1-0, las ilusiones eran concretas. Pero no se hizo lo suficiente en ningún ámbito. El DT, pese a su flojo desempeño, no fue abastecido de forma óptima y necesaria por parte de los directivos.

San Lorenzo y cualquier equipo necesita de jugadores de nivel para tener posibilidades serias de ganarla y no solamente con conformarse con jugarla.

Nadie habla de traer a Messi, ni Ronaldo, tampoco un Piatti o un Ángel Correa. Pero si jugadores con renombre y experiencia internacional. Nada de esto sucedió, exceptuando la incorporación de Gonzalo Rodríguez, titular en Fiorentina. Las otras tres incorporaciones, fueron eso solamente, incorporaciones. San Lorenzo necesitaba refuerzos y estos no llegaron.

Pasando angustiosamente por penales ante los ecuatorianos, perdiendo en los 90 minutos por la mínima, en el horizonte asomaba Lanús. La sombra negra en los últimos años. En el medio de todo esto llegó otra decepción, la eliminación ante Morón por Copa Argentina.

Ganando con autoridad 2-0 en un repleto Pedro Bidegain, con Blandi inspirado autor de sendos goles, San Lorenzo llegaba a la Fortaleza granate con las chances intactas de llegar a las Semifinales. Con un planteo timorato (para no decir otra palabra), en menos de 20 minutos, los de Almirón igualaron la serie. El segundo gol para el recuerdo, con jugadores mirando el piso, otros observando un avión o un ovni, ya no recuerdo, pero Pasquini cabeceó solo. Todavía estoy esperando explicaciones de Mambrú y compañía. Esto sí que fue de ustedes y solamente de ustedes. Ahí no era necesario ser Sergio Ramos o Piqué, tampoco tener a Guardiola o Mourinho en el banco dando indicaciones, ahí hacía falta compromiso, concentración, amor propio y esto no lo tuvieron en esos 20 minutos nefastos. El resto de la historia es ya conocida, con el 2-2 final en el global, la clasificación a la siguiente instancia se definió desde los 12 pasos y los del Sur fueron certeros y los de Boedo no. Párrafo aparte para el arbitraje que perjudicó a San Lorenzo, no cobrando un claro penal en el primer tiempo del arquero Andrada sobre Merlini.

Final anunciado, muy anunciado. Que esperaban… La suerte ya había jugado para San Lorenzo ante Emelec, donde mereció quedar eliminado.

Hubo mucho relajo y no se aprendieron de los errores. Sin ser DT recibido, no hace falta ser Einstein para darse cuenta que teniendo incontables días libres, sin entrenar, jugadores con ciclos cumplidos en el 11 titular, habiendo incorporado a 4 futbolistas de los cuales ninguno se había ganado el puesto hasta ese momento, seguramente no se iban a dar resultados satisfactorios.

Con la derrota y fracaso, Aguirre dejó la institución.

Era antes señores dirigentes. El uruguayo luego de terminar séptimo tendría que haber sido sustituido del cargo. Si las aspiraciones son altas por supuesto, si se priorizan otras cosas, o si hay conformismo los resultados son estos. Final anunciado y con un equipo a la deriva, se hizo cargo del plantel profesional, de manera interina, Claudio Biaggio.

El Pampa, Director Técnico de la Reserva, con compromiso y dedicación, haciendo algunos cambios muy concretos como adelantar a Cerutti poniéndolo de delantero y no de volante/carrilero por derecha, soltando a Belluschi y con otros retoques, el equipo mejoró en los resultados, ganando 7 partidos de 9 disputados y con solo una derrota. Pese a no gustar en el juego y con pocas ideas futbolísticas convincentes, el campeón en 1995 se ganó el puesto de entrenador de San Lorenzo.

Puede gustar más o menos según cada criterio, pero Biaggio hizo los méritos, al menos en cuanto a lo numérico y levantando el nivel de algunos jugadores puntales, como los nombrados anteriormente, y contando con Paulo Díaz en el fondo siendo una pieza clave.

A tres puntos de Boca, el Ciclón da pelea y si desde la cabeza de la institución no se vuelven a cometer errores, no caben dudas que el 2018 será mejor.

¡Feliz 2018 cuervos!



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