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Cantemos todos que Boedo está de fiesta

Por: Mariano Suhas
05/07/2019


San Lorenzo es nuevamente campeón de la Liga Nacional, si créalo tetracampeón y de manera merecida ante un duro y digno rival como lo fue Instituto de Córdoba.

El camino fue largo, luego de caer en Santiago del Estero frente a Quimsa en la final del Súper 20, y de salir tercero en la Copa Intercontinental disputada en Río de Janeiro, el Ciclón conducido por Gonzalo García tenía como gran objetivo defender la obtención de la Liga de las Américas y a su vez lograr un tetracampeonato en el torneo doméstico, algo inédito en la historia de la prestigiosa Liga Nacional.

Y vaya si lo consiguió el Matador de Boedo. En una dura final en el Roberto Pando, venció a La Guaira de Venezuela obteniendo así el bicampeonato del torneo más importante de América. El siguiente objetivo era prolongado y difícil.

Terminando primero en la fase regular, llegaban los playoff. En el camino aparecía Hispano Americano a quien derrotó de forma contundente por 3-0.

Llegaba Boca Juniors por los Cuartos de Final, el clásico, al que hay que ganarle no importa la disciplina. Al igual que en el fútbol, prevaleció la paternidad azulgrana sobre el Xeneize, rival difícil, duro con jugadores importantes y de experiencia. Estando igualados 2-2 con todos triunfos locales por lado, en un repleto Roberto Pando el conjunto de Gonzalo García se impuso en el quinto juego logrando el pase a semifinales.

Enfrente en el horizonte asomaba un sorprendente Ferro. El Ciclón claro favorito venció los dos primeros juegos en casa. Caballito asomaba como un territorio complicado. En la última jugada del match, de forma polémica y con ayuda de la tecnología, el verdolaga descontaba, poniendo dramatismo a la situación. El panorama se ponía oscuro. El cuarto juego se jugó como se dice a cara de perro. Con oficio y personalidad, el Ciclón arrasó a Ferro en el Héctor Etchart, logrando así el pase a la final de la Liga Nacional.

El adversario en dicha contienda era Instituto de Córdoba. Un equipo que dio que hablar a lo largo de la temporada y que en los playoff era imbatible en La Docta.

Una serie que podía ser para cualquier lado. San Lorenzo se jugaba defender la corona y lograr un tetracampeonato nunca antes conseguido por ningún equipo de forma consecutiva. La Gloria hizo fuerza en los dos primeros juegos disputados en el Roberto Pando. Fueron sendos triunfos del campeón.

En tierras cordobesas San Lorenzo de forma increíble perdió el tercer juego y el cuarto lo luchó hasta la última jugada aunque no alcanzó. Llegaba el quinto juego, esta vez en casa, en Tierra Santa. Con claridad y espíritu de fuego los Matadores vencieron a los cordobeses.

Nuevamente La Docta, territorio hostil para San Lorenzo. Como lo fue a lo largo de la serie, prevaleció la localía, y todo tenía que definirse en el Roberto Pando.

Boedo se vistió de gala para recibir hasta ese entonces al tricampeón y al pretendiente al título.

En un encuentro muy parejo prevaleció la experiencia para los momentos definitorios. Con un Dar Tucker en nivel superlativo, lideró a San Lorenzo a una nueva consagración. Boedo, Tierra Santa volvió a gritar campeón.

Que en un año sea el Penta, hoy festejemos y brindemos por San Lorenzo de Almagro, el campeón de América y del país. ¡Salud!



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